Como cuidadores siempre queremos proteger a los más pequeños de la casa y velar por su bienestar, sin embargo, la tecnología nos trae nuevos retos sobre el cuidado de nuestros menores. El ciberbullying o ciber acoso es uno de estos, aquí te contamos un poco más de que se trata este método de violencia psicológica y cómo ayudar a los niños, niñas y adolescentes que han sido víctimas de este.
Internet se ha convertido en una herramienta indispensable para la formación, el ocio, la cultura, la participación, el aprendizaje y la socialización. Pero Internet no está exento de riesgos, existen usuarios que lo usan para causar algún tipo de daño. En el caso de los niños, niñas y adolescentes, el ciberbullying es un tipo de violencia psicológica que se ha propagado de manera exponencial en la internet. Este es un fenómeno sigiloso que evoluciona habitualmente fuera del alcance y la observación de los padres, docentes y cuidadores.
Entre las conductas de cyberbullying más frecuentes se encuentran: insultos, amenazas, mensajes desagradables, difundir fotos y vídeos ofensivos para la víctima, robo de la contraseña, realizar comentarios ofensivos en redes sociales y generar rumores para desprestigiar o ridiculizar a la víctima. Todos estos se ejercen por medios digitales a través de: mensajes de texto, llamadas, imágenes, correos, redes sociales, entre otros.
Al presentarse a través de medios digitales, el ciberbullying es intangible y los daños físicos son imperceptibles. Sin embargo, esto no quiere decir que no existan daños psicológicos relevantes. Por esta misma connotación suele restarle importancia, lo que hace que su diagnóstico muchas veces se dificulte, las campañas de prevención se queden cortas y no se reparen los daños causados.
En ocasiones el ciberbullying o ciber agresiones son una extensión de la violencia física, verbal o psicológica que experimenta la victima en su entorno social o escolar. Es por ello que este problema requiere una respuesta tan contundente, proporcional y acertada como la que se le da en casos de violencia física.
Conoce en el siguiente paso a paso algunas pautas y procedimientos de cómo orientar a un niño o adolescente que está siendo vulnerado en Internet:
1. Analiza la situación
- Identifica los hechos concretos de la agresión y conoce cuáles han sido los medios usados para perpetrarla.
- Analiza el ambiente escolar, social y familiar que están viviendo los menores e investiga cuáles son las causas por las que se llegó a esta situación.
2. Dialoga con la familia
- Conversa con los familiares tanto de la víctima como de los posibles victimarios directamente implicados e infórmales los hechos que se están presentando.
- Pregunta a la familia y personas cercanas sobre los hechos que ocurrieron, qué les preocupa y cómo valoran la magnitud de la situación.
- Informa a los familiares cuál es el proceso que se está adelantando para resolver la situación de agresión y cómo se llevará a cabo.
3. Busca rutas de atención
- Explora todas las rutas de atención institucionales que existen y cómo se puede recurrir a cada una de ellas para denunciar o para pedir acompañamiento profesional.
- De acuerdo con la magnitud de la situación, valora las rutas establecidas para estos casos en los centros educativos, las comisarías y la fiscalía.
4. Sigue un protocolo de ayuda
- Establece acciones tempranas que ayuden a parar la situación de agresión mientras esta se resuelve. Pide ayuda a un profesional psicológico, bloquea a las personas que agreden, no continúes con conversaciones ofensivas, advierte siempre sobre lo ocurrido, protege la privacidad y guarda todas las evidencias del hecho.
5. Fortalece la autoestima de la víctima
- Conecta esta situación con información acerca de los riesgos y las oportunidades que existen en Internet.
- Consigue ayuda profesional para que la víctima pueda asimilar los sentimientos de culpa y el dolor emocional causado por la experiencia.
- Proporciona a la víctima ayuda sobre cómo lograr que estos hechos no se repitan.
- Fomenta procesos reflexivos con la víctima y, si es viable, con los victimarios sobre el uso de Internet.
Estos sencillos cinco pasos te ayudarán a orientar a niños y adolescentes que experimentan agresiones tanto físicas como virtuales. Con el fin de promover una orientación consciente, es preciso no perder la calma y abandonar los discursos alarmistas. Antes de realizar cualquiera acción, asegúrate que la víctima esté bien y se encuentre en un lugar seguro. Tanto la vida de las víctimas como de los victimarios son prioridad en este tipo de situaciones.
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